Otro año más y lo mismo de siempre, como no podía ser de otra manera llegó la Semana Mayor con sus chubascos habituales. Lo peor no es que llueva, sino que además son lluvias intermitentes por lo tanto nuestras cofradías arriesgaran menos en hacer su estación de penitencia. Si queríamos agua para el campo pues toma agua, aunque mirándolo por el lado positivo, si llueve que lo haga con intensidad y nos calme esta sequía que estamos pasando. Que sea lo que Dios quiera y ojalá sea una Semana Santa espectacular.
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